jueves, 28 de febrero de 2013

El niño y la flor


Quan treballava d'Educadora, em va arribar aquest conte... potser va ser la Teresa... la meva "mami" en aquest camp, o potser va ser a algun dels cursos que vaig fer. Tanmateix, és un conte que em va agradar i em va arribar a l'essència com pocs ho fan. Va ser tan gran la meva aficció per aquest conte que també el vaig utilitzar quan vaig fer el curs de Cuentacuentos. Sempre he pensat que pots saber qui ets analitzant els contes que expliques. Crec que per poder explicar alguna cosa... sempre has de ser capaç de trobar la part de tu, per la que... aquell conte, aquella història... és veritat. Cada conte que tries per explicar.... és una part de tu que comparteixes amb els que escolten... Salut i bom viagem... :o)

Malauradament no sé qui és l'autor/a. Disculpeu les molèsties.

EL NIÑO y LA FLOR

 Había una vez, un niño pequeño que comenzó a ir a la escuela. Era bastante pequeño y la escuela muy grande. Cuando descubrió que podía entrar en su aula desde la puerta que daba al exterior, estuvo feliz y la escuela no le pareció tan grande. Una mañana, la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo. 
- ¡Qué bien!- pensó el niño-.
Le gustaba dibujar y podía hacer de todo: vacas, trenes, pollos, tigres, leones, barcos. Sacó entonces su caja de lápices y empezó a dibujar, pero la maestra dijo: 
- ¡Esperen, aún no es tiempo de empezar! Aún no he dicho lo que vamos a dibujar. Hoy vamos a dibujar flores.
- ¡Qué bien! -pensó el niño.
Le gustaba hacer flores y empezó a dibujar flores muy bellas con sus lápices violetas, naranjas y azules. Pero la maestra dijo: 
- ¡Yo les enseñaré cómo, esperen un momento! - y, tomando una tiza, pintó una flor roja con un tallo verde. Ahora -dijo- pueden comenzar.
El niño miró la flor que había hecho la maestra y la comparó con las que él había pintado. Le gustaban más las suyas, pero no lo dijo. Volteó la hoja y dibujó una flor roja con un tallo verde, tal como la maestra lo indicara.
Otro día, la maestra dijo: 
- Hoy vamos a modelar con plastilina. 
- ¡Qué bien! -pensó el niño.
Le gustaba la plastilina y podía hacer muchas cosas con ella: víboras, hombres de nieve, ratones, carros, camiones; y empezó a estirar y a amasar su bola de plastilina. Pero la maestra dijo: 
- ¡Esperen, aún no es tiempo de comenzar! Ahora -dijo- vamos a hacer un plato. 
- ¡Qué bien!- pensó el pequeño-.
Le gustaba modelar platos y comenzó a hacerlos de todas formas y tamaños. Entonces la maestra dijo: 
- ¡Esperen, yo les enseñaré cómo! - y les mostró cómo hacer un plato hondo-. Ahora ya pueden empezar.
El niño miró el plato que había modelado la maestra y luego los que él había modelado. Le gustaban más los suyos, pero no lo dijo. Sólo modeló otra vez la plastilina e hizo un plato hondo, como la maestra indicara.
Muy pronto, el niño aprendió a esperar que le dijeran qué y cómo debía trabajar, y a hacer cosas iguales a la maestra. No volvió a hacer nada él sólo.
Pasó el tiempo y, sucedió que, el niño y su familia se mudaron a otra ciudad, donde el pequeño tuvo que ir a otra escuela. Esta escuela era más grande y no había puertas al exterior a su aula. El primer día de clase, la maestra dijo: 
- Hoy vamos a hacer un dibujo.
- ¡Qué bien!- pensó el pequeño, y esperó a que la maestra dijera lo que había que hacer; pero ella no dijo nada. Sólo caminaba por el aula, mirando lo que hacían los niños. Cuando llegó a su lado, le dijo: 
- ¿No quieres hacer un dibujo? 
- Sí -contestó el pequeño-, pero, ¿qué hay que hacer? 
- Puedes hacer lo que tú quieras - dijo la maestra. 
- ¿Con cualquier color? 
- ¡Con cualquier color - respondió la maestro-. Si todos hicieran el mismo dibujo y usaran los mismos colores, ¡cómo sabría yo lo que hizo cada cual!
El niño no contestó y, bajando la cabeza, dibujó una flor roja con un tallo verde...

lunes, 18 de febrero de 2013

Fira de la Tòfona del Berguedà

A principis de mes, vaig tenir el gran plaer de poder assistir a la Fira de la Tòfona del Berguedà, que s'organitza a Cal Rosal, al costat de Berga.



Només vam anar el dissabte però va ser un episodi "sublim" dels últims temps de la meva vida... Apart de catar i firar-nos amb un assortit de formatges i altres embotits espectaculars que s'havien reunit a Cal Rosal... Per 6 euros vam poder gaudir del gran plaer de tastar 8 tapes pensades pels alumnes de l'escola d'Hosteleria d'Osona, i un gotet de vi Oller del Mas. Tapa rera tapa el paladar va poder gaudir fins a cotes gairebé "orgàsmiques"... les més veritables Felicitats als guanyadors, i al segon i tercer classificat... realment destacables!

I... per suposat, apart de firar-me comprant mil tipus de formatges... vaig comprar una tòfona a la gent de la tofonera... Probablement, aquesta tòfona serà recordada pel seu alt rendiment com explico més endavant... el preu de la tòfona és de 900 euros el Kg, tot i que n'hi ha de més barates, la magenc, la d'estiu, etc... La que vaig comprar i utilitzar per cuinar no arribava als 10 grams (tot i que els experts diuen que per quedar satisfet de tòfona, 10 grams són els que has d'ingerir en un àpat). Potser no he seguit les instruccions al peu de la lletra però, eso sí... m'ha donat per 5 plats... que salvant les distàncies amb els cuiners participants del concurs... també han resultat força exquisits... i que compartiré amb tot aquell qui ho vulgui llegir, ja que dedicaré una entrada a cada plat.


La tòfona s'ha de consumir fresca i si es fa un bon manteniment dins la nevera i canviant el paper de cel·lulosa que l'embolica es pot allargar el seu temps d'ús però des de que és collida, sembla que pot durar una setmana o així (disculpeu els experts si no he fet correctament els càlculs, eh). En els propers dies explicaré com vaig aprofitar al màxim al diamant negre de la cuina... Salute i bon gaudi de tòfona... :)